Jose Maria Da Fonseca

Todo comenzó hace más de seis generaciones en 1834, con un acto de irreverencia y audacia de nuestro fundador. Para algunos puede haber parecido un acto irreflexivo, pero para nosotros en la familia fue el primer paso de un visionario.
Las familias son así, creen en nosotros.

Han pasado muchas cosas desde entonces.

Aprendizaje y más errores. Mejoras y crecimiento. Siempre en familia. Pero algo siempre ha permanecido igual. Y se hizo aún más fuerte.

Nuestros valores.

Esto es lo que dura todo el tiempo y esto es sin lo que nosotros, como familia, no viviremos. La perseverancia, la voluntad de hacer más, de crear algo nuevo, de nunca olvidar nuestro pasado.

Y se hizo aún más fuerte.

Nuestros valores.

Esto es lo que dura todo el tiempo y esto es sin lo que nosotros, como familia, no viviremos.

La perseverancia, la voluntad de hacer más, de crear algo nuevo, de nunca olvidar nuestro pasado.
Ya estamos en la octava generación de quienes nos inspiran en nuestras nuevas creaciones. En formas de llegar más lejos.
Una familia de vinos de diferentes regiones, diferentes segmentos, pero elaborados con el mismo mimo y pasión. Y por eso no tiene sentido que hablemos solo de variedades, premios, historia, autenticidad o calidad. Dos siglos tardan al menos 200 años en construirse.

Para nosotros tiene sentido que, como familia de vinos, ofrezcamos vinos para familias. Para ti, para todos, toda una familia, única y diferente.

Esperamos que sigas siendo parte de nuestra familia y parte de nuestra historia.

Gracias.

José María da Fonseca